La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción se sitúa en pleno centro de la ciudad. Los planos de la obra, de Juan de Herrera, preveían un edificio de enormes dimensiones que jamás fué imposible finalizar. De estilo renacentista sobrio y cásico, sin ninguna concesión al adorno, fué consagrada en 1595. Las obras han continuado a lo largo de los años y, en el siglo XVIII, el segundo cuerpo de la portada sufrió los efectos del recargamiento extremo de la mano de la corriente decorativa dirigida por Churriguera. Afectada por el terremoto de Lisboa, una de sus torres cayó en el siglo XIX levantándose una nueva, la única torre actual, a principios del siglo XX. Detrás de ella se sitúa la iglesia de Santa María de la Antigua.Esta iglesia, cuyo primer edificio se cree fundado en el siglo XI por el propio Conde Ansúrez, se sitúa fuera de la primera muralla. Se trata de una zona estratégica de la ciudad junto a la puerta de Esgueva, una de las más importantes del recinto amurallado de la ciudad, y además también cerca del palacio del propio Conde. Nada queda del siglo XI. La torre y el pórtico son del XIII y de estilo románico con influencia catalana. El resto es gótico del XIV, con tres naves y cabecera poligonal que acogía el retablo renacentista de Juni, que hoy se encuentra en la Catedral. Fue declarada Monumento en 1887. Desde ese momento comienzan a realizarse profundas obras de restauración, sobre todo a principios del siglo XX, cuando se desligaron las casas adosadas a la iglesia y se restauraron muchas partes del templo.