Ubicada en el patio Herreriano del museo homónimo de Valladolid, durante casi tres años tres grandes artistas (Antonio López y los hermanos López Hernández -Julio y Francisco-) unieron su talento para el ambicioso proyecto de hacer la primera escultura completa de los actuales Reyes. Es una gran obra en bronce de enormes dimensiones (tiene 2,5 metros de altura). Fué realizada en el Museo Antropológico Nacional, en Madrid, antes de su traslado a la ubicación actual.