Restos del templo de Apolo situado en el conjunto arqueológico del santuario de Delfos. Templo períptero (rodeado de columnas), dórico y hexástilo realizado en mármol en el s. VI a. C. que albergaba el oráculo más famoso de la antigüedad, considerado incluso el ombligo del mundo, donde se tomaban importantes decisiones. La pitia, encargada de interpretar las señales divinas, se colocaba en el trípode del abaton del templo (sala cuyo acceso estaba permitido solo a los sacerdotes y a ella) y entraba en trance. Lo más curioso del oráculo era que acertaba siempre debido a la ambigüedad de sus respuestas.