Hace mucho tiempo, cuando el mundo era joven todavía, no había personas en él. No había que ordeñar a las vacas ni dar de comer a las gallinas. Los animales se las apañaban muy bien. Eso duró mucho tiempo. El mundo era grande y salvaje.
Cuando el mundo era joven todavía
Jürg Schubiger. Ed. Anaya, 7ºed. 2015