La Guía de Buenas Prácticas Ambientales recoge diferentes recomendaciones para que los usuarios de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) hagan un uso más inteligente y responsable de los distintos equipos y dispositivos, reduciendo con la aplicación de estas recomendaciones su consumo de energía, prolongando la vida útil de los mismos y en consecuencia reduciendo su huella de carbono.

La Guía se ha estructurado, para facilitar su consulta y distinguir entre distintos tipos de equipos y dispositivos o entre diferentes tipos de prácticas, en los siguientes capítulos:

  • Buenas Prácticas relativas a ordenadores y monitores
  • Buenas Prácticas relativas a Smartphone, Tablet y similares
  • Buenas Prácticas relativas a la gestión de información y correo electrónico
  • Buenas Prácticas relativas a equipos de impresión e imagen

La aplicación de estas buenas prácticas puede suponer en muchos casos ahorros de más del 50% en el consumo energético diario, lo que aplicado a los edificios de oficinas implican miles de toneladas de CO2 cuya emisión se evita a la atmósfera, mitigando el problema del cambio climático y la contaminación atmosférica.