Vivimos en un mundo en el que la diversidad se hace cada vez más presente. En el centro escolar los alumnos conviven con compañeros que, en muchos casos, proceden de otros pueblos, ciudades o comunidades autónomas, o que incluso tienen sus orígenes familiares en otros países. La movilidad territorial ha sido y es en la actualidad fuente de enriquecimiento social, cultural y personal.
Para que los alumnos reconozcan los procesos migratorios como una situación que la humanidad ha vivido desde tiempos remotos, se les invita a construir su propio árbol genealógico. Una vez terminado, se realizará una puesta en común para que los alumnos reflexionen y opinen sobre el origen de sus grupos familiares, que pueden ser próximos o no a los de otros compañeros.