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7. Análisis de métodos de curación de contenidos en función de necesidades

La curación de contenidos se hace siempre en relación a un tema que se pretende comprender, ampliar, transmitir... Por tanto, el primer paso en el proceso será definir claramente sobre qué tema se va a realizar la curación. Cuanto mejor definido esté el tema, más útil será la búsqueda y el resultado final.

Después vienen los siguientes pasos, lo que proponen para su método Javier Leiva Aguilera y Javier Guallar como ”las 4 eses de la curación de contenidos” en su libro "El Content Curator".

Aquí tenéis ocho infografías que comparten sus autores.

Las fases de la curación de contenidos son conocidas como las 4 S's y son las siguientes:

  • Search (buscar)
  • Selection (filtrar y seleccionar)
  • Sense making (personalizar)
  • Share (compartir)

Las 4 S's

Si nos quedáramos a mitad de camino de las “4 eses” (es decir: buscar, filtrar y organizar), nos quedaríamos en el “nivel coleccionista”. Para convertirnos en auténticos curadores de contenidos nos faltan solo dos pasos: personalizar y compartir nuestras colecciones.

Ambas fases están muy unidas, y de hecho muchas de las herramientas que vamos a comentar permiten hacer ambas cosas.

Ya en el proceso de búsqueda y organización hemos ido personalizando el contenido (añadiendo comentarios, reflexiones, etiquetas...) pero ha llegado el momento de darle nuestro “toque personal” a lo que hemos encontrado.

Una aplicación muy útil para realizar la curación de contenidos es Pocket (anteriormente ReadItLater). Funciona como un bolsillo en el que guardar información. Es como si en una biblioteca ojearas varios periódicos y fueras recortando las mejores noticias y guardándolas en el bolsillo del pantalón para leerlas en casa.

Con Pocket, de manera sencilla, puedes guardar contenido desde cualquier dispositivo y consultarlo también desde cualquiera de ellos (incluso sin conexión) en una versión de muy fácil lectura (sin molestos anuncios ni “colorines”). También se puede etiquetar ese contenido para acceder a él de forma más ordenada.

Aquí tienes un completo videotutorial de Pocket:

Después de todo el proceso anterior, vamos a encontrarnos con algunas webs que se conviertan en recursos útiles para algunos temas y que vamos a poder necesitar más adelante. Para guardar estas páginas utilizaremos los llamados marcadores sociales o marcadores del navegador (que veremos en el siguiente punto detenidamente).

Las webs y apps que ofrecen un servicio de marcadores sociales te permiten guardar páginas, imágenes, documentos... en la nube con un par de clics, por lo que puedes guardar desde cualquier dispositivo y navegador y acceder a tus marcadores desde cualquier lugar. 

Una ventaja de los marcadores sociales, frente a los marcadores del navegador es que te permiten guardar enlaces de forma colaborativa. Incluso algunas de las aplicaciones o webs de marcadores sociales te ofrecen la posibilidad de compartir tus marcadores de forma pública.

Algunos ejemplos de herramientas que te permiten hacer esto son: Raindrop.io, Bookmarkninja, Tagpacker, StartMeUp... Sin olvidarnos de Diigo, una de las más destacadas

Con Diigo, además de lo anteriormente citado, puedes guardar, etiquetar y rescatar enlaces desde cualquier dispositivo con conexión a Internet, te permite añadir comentarios a las webs, subrayar y anotar partes de las mismas (incluso en PDFs), crear grupos colaborativos, hacer públicos algunos de tus enlaces... y todo ello de manera gratuita.

Aquí tenéis un estupendo videotutorial de Raúl Diego sobre Diigo: