Uso responsable y bienestar digital para el alumnado
3. Uso responsable
Introducción
Este tercer bloque desarrolla intereses muy actuales para los menores. Por una parte la tecnoadicción, que es una conducta compulsiva que conduce a interactuar continuamente con dispositivos electrónicos, se ha convertido en una de las adicciones más generalizadas en los menores de edad. La mayoría de ellos ha experimentado la sensación de haber estado tiempo de más delante de una pantalla, por lo que es necesario poner en palabras cuando esa sensación se convierte en descontrol. De nuevo, necesitan el conocimiento para adquirir el control.
Por otra parte el impacto medioambiental que supone el uso de la tecnología comprende diversos aspectos, entre los que se encuentra el uso de los sistemas de almacenamiento en la nube como factor contaminante, que suele pasar inadvertido y que puede resultar curioso a los estudiantes, debido a su carácter intangible.
El último aspecto que se aborda es la descarga segura de aplicaciones, pues los estudiantes cada vez utilizan los dispositivos a una edad más temprana y deben tener herramientas para protegerse de los posibles peligros que esta acción entraña.
Las tecnoadicciones engloban los problemas de abuso de las tecnologías de la información y la comunicación y constituyen una inclinación desmedida al uso de dispositivos digitales, limitando la libertad del usuario por la gran dependencia que provocan. Entre las más destacadas, se pueden citar la adición a Internet, al uso del teléfono móvil, a los juegos online, a los chats y a las redes sociales.
En 2021, UNICEF junto con la Universidad de Santiago de Compostela y el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería en Informática publicaron el estudio Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y opotunidades que puedes consultar en el siguiente enlace. En sus conclusiones, habla de tasas de posible adicción preocupantes en lo referido a redes sociales y videojuegos, 1 de cada 3 y 1 de cada 5 adolescentes, respectivamente. También publicaron informes relativos a cada Comunidad Autónoma. Puedes ver el correspondiente a Castilla y León en este enlace a PDF. En Castilla y León, el estudio con jóvenes entre 11 y 18 años y estudiantes de la ESO, arroja unas cifras de uso problemático de Internet de un 35% de los adolescentes, frente al 33% de toda España. En cuanto al uso de videojuegos, un 19,4% de los adolescentes castellanoleoneses harían un uso problemático de los mismos. En toda España, el porcentaje es similar, un 19,8%.
La adición a Internet supone alteraciones de comportamiento detectables que los estudiantes deben conocer para poder identificarlos:
Fuertes cambios en los hábitos diarios.
Descuido de la salud.
Disminución de la actividad física.
Alteración de los patrones de sueño.
Pérdida de amistades y vida social.
Dejadez en las obligaciones personales y responsabilidades familiares.
Rechazo a cualquier actividad fuera de la red que distorsiona la vida diaria a todos los niveles.
En el juego online, además de estos patrones, se dan otros como los siguientes:
Falta de control en el acceso y duración del juego.
Se prioriza jugar frente a otras actividades vitales.
Se mantiene o incrementa esta actitud pese a las consecuencias negativas que conlleva.
Ante estos datos, se hace necesario establecer una serie de mecanismos que actúen de forma preventiva desde la infancia a la adolescencia, así como facilitar al alumnado herramientas para que su uso de las tecnologías sea de forma autorregulada, responsable y sin pérdida del control.
Hay tres síntomas que se repiten en todas las adicciones, sean o no tecnológicas:
Tolerancia: la satisfacción que inicialmente provoca el uso de las TIC va disminuyendo a medida que se aumenta el tiempo de uso, lo que impulsa a dedicar cada vez más tiempo para conseguir esa sensación de satisfacción.
Abstinencia: se genera un malestar al no poder usar las TIC, lo que crea una tendencia a usarlas de forma compulsiva, buscando alivio ante sensaciones negativas.
Dependencia: es una pérdida de control sobre el uso de las TIC, la persona no se conecta para pasar un rato agradable, sino para evitar la sensación desagradable que le produce no hacerlo. Cada vez se conectará compulsivamente y con más frecuencia porque, de no hacerlo, sufrirá el conocido "síndrome de abstinencia" con malestar físico y psicológico.
En cuanto a sintomatología física, la persona adicta puede sufrir nerviosismo, ansiedad, agresividad, trastorno del sueño y aislamiento del entorno.
Pese a que ha habido un incremento de publicaciones de la comunidad científica que hablan de adicciones a las tecnologías, cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud, OMS, en su Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE-11, publicada en 2022, por el momento, solo contempla los juegos onlinecomo trastorno mental. Está recogido como 6C51.0 Trastorno por uso de videojuegos, predominantemente en línea (enlace).
A raíz de la dependencia que crean los dispositivos y su uso, se han acuñado nuevos términos para patologías como la nomofobia, que es el miedo a salir de casa sin el teléfono móvil o a que este se quede inoperativo por agotarse la batería. Estas fobias, muy comunes entre los adultos, también afectan a los menores, cada vez más vinculados a los nuevos dispositivos.
El uso de las redes sociales tiene beneficios que no se pueden olvidar, pero también riesgos de los que debemos hacer conscientes a los menores. El alumnado debe ser consciente de las consecuencias que conlleva la adicción a la tecnología. En este sentido, algunas ideas que se pueden debatir en el aula son la ansiedad que produce no consultar continuamente el contenido de sus redes sociales o el aislamiento social que puede generar el establecimiento de relaciones virtuales como única forma de interacción con los demás.
Identificados síntomas y consecuencias de las tecnoadicciones, debemos tener claras dos cosas: cómo prevenirlas y, en caso de caer en ellas, cómo tratarlas.
Prevención
Los menores de edad deben tener control sobre el uso que realizan de Internet, las redes sociales o los videojuegos. Para lograrlo, tanto las familias como los centros educativos deben insistir en la necesidad de limitar las horas de conexión y el tipo de contenidos a los que acceden. Las familias pueden establecer una especie de contrato en el que se establezcan tiempos de uso de los dispositivos, se fijen determinados horarios o se determine las páginas o juegos que se visiten. También deben ser un referente que muestren un empleo moderado de los equipos. La página is4k ofrece un modelo que puede servir de ejemplo:
Puedes acceder a los diversos tipos de contrato que ofrecen en su catálogo de recursos: pincha aquí para ir a Internet Segura for Kids y descargarte los pactos. Encontrarás los siguientes:
Para el buen uso de las redes sociales.
Para el buen uso de las videoconsolas en familia.
Para el buen uso de la tablet.
Pacto familiar para el buen uso del móvil.
Pacto para compartir los dispositivos familiares con seguridad.
En el entorno educativo, también resulta imprescindible establecer una serie de principios claros para el empleo de la tecnología que favorezcan la convivencia del alumnado con el mundo digital. Algunas medidas pueden consistir en establecer protocolos para la utilización de las aulas de informática y sus equipos, dejar claro y reflejar en los documentos de centro (Plan TIC, Reglamento de Régimen Interior) cómo y cuándo pueden los estudiantes usar el móvil en el entorno educativo o mostrar el uso de las redes sociales del centro como ejemplo de buena práctica.
Los docentes han de tener presente que estos protocolos deben ser flexibles y adaptables, dado el avance que se está llevando a cabo en cuanto a equipos y recursos en el aula, y deberá adaptarse cada curso integrando el empleo de nuevas aplicaciones y recursos digitales.
Algunas recomendaciones de los expertos en salud mental para evitar las tecnoadicciones son las siguientes:
Deshabilitar las notificaciones de redes sociales y evitar el modo recordatorio que desconcentra de otras actividades. De esta manera, se ejerce el control sobre el momento de revisar las redes y se elude hacerlo cada vez que se recibe un aviso.
Usar aplicaciones que informan del tiempo de uso del móvil y del porcentaje que se ha dedicado a cada aplicación. Así, se creará conciencia en caso de abuso, paso previo a la dependencia.
Establecer actividades desconectadas: por ejemplo, no usar el móvil antes de ir a dormir ni tenerlo junto a la cama, no consultarlo mientras se está estudiando o jugando en la calle e, incluso, proponer la autorregulación en grupo para jugar online.
Desde el entorno educativo se deben promover conductas y hábitos de vida saludables y alternativas de ocio sanas que sean incompatibles con conductas adictivas.
Tratamiento
Los tratamientos contra las adicciones tienen dos objetivos; superar la adicción y evitar la recaída. En caso de sospecha de tecnoadicción busca ayuda en los especialistas de la salud, que te indicarán el proceso a seguir. Sin embargo, en ese tratamiento es muy importante el entorno y cuanto más informado esté ese entorno de lo que puede hacer, más fácil será conseguir los objetivos.
Durante el proceso de tratamiento se trabajan distintas fases que es preciso conocer ya que, tanto los docentes como el resto del alumnado, constituyen el entorno cercano que puede acompañar y apoyar a la persona afectada.
Fase de motivación. La persona tecnoadicta debe ser consciente del problema y de la necesidad de encontrar una solución. En esta fase es muy importante que el entorno más cercano le apoye.
Fase de desintoxicación. Los especialistas ayudarán a la persona afectada a adquirir conciencia de la adicción y de las consecuencias que esta tiene en su vida y en la de los que le rodean.
Fase de deshabituación. La persona afectada abandonará ciertas conductas con fuerza de voluntad, paciencia y el apoyo de su entorno, recuperando así el control y su vida habitual.
Fase de rehabilitación. Consiste en recuperar las habilidades previas a la adicción, relacionarse de forma sana con su entorno y su familia, recuperar los hábitos saludables y los patrones de sueño adecuados.
3.2. Impacto ambiental del uso de dispositivos e Internet
El impacto ambiental del uso de las tecnologías de la información y la comunicación no es un problema reconocido por la sociedad actual, pero varios informes indican que supera la contaminación generada por el tráfico aéreo. Concienciar sobre este indicador al alumnado es vital para que el desarrollo de las nuevas tecnologías sea más sostenible para el planeta.
El impacto ambiental comprende diversos aspectos que, tanto centros educativos, como docentes y alumnado deben tener en cuenta:
Los equipos empleados (ordenadores, tabletas, teléfonos, impresoras, cámaras, etc.) han sido fabricados con multitud de componentes difíciles de desechar y reciclar. Además, los materiales con los que se construyen los dispositivos, proceden de partes del mundo diferentes y alejadas entre sí. Un primer problema comienza en el lugar de extracción, pues los procedimientos para conseguir muchos de estos materiales son altamente nocivos para el entorno, que suele estar situado en países empobrecidos, además de implicar un gasto de combustibles fósiles con la consiguiente contaminación ambiental. Las empresas fabricantes de tecnología están, así, esquilmando los recursos naturales de zonas alejadas del llamado primer mundo y, al mismo tiempo, están dejando un medio ambiente contaminado en estos países. Por otro lado, el transporte requerido para llevar los materiales del lugar de origen a la empresa que produce la tecnología, supone un gran gasto de combustible y un mayor volumen de contaminación. La necesidad por parte de las empresas de vender productos con nuevas funcionalidades, sumada a la cultura del usar y tirar que ha calado en la sociedad occidental de las últimas décadas, añade el problema del reciclaje, pues existen verdaderos vertederos de material electrónico, nuevamente en países empobrecidos, que resultan difícilmente recuperables y reutilizables.
La tecnología 5G ha influido en el aumento del número de terminales y tráfico de datos, que necesitan de grandes servidores. Estos servidores requieren una refrigeración continua que lleva aparejado un elevado consumo energético. El incremento del tráfico de datos o el uso de nuevas tecnologías que emplean estos servidores no hace más que intensificar el gasto de energía y de combustibles fósiles para mantenerlos. Además, la nube digital tiene como consecuencia un uso intensivo de recursos, como metales, cuya extracción es altamente contaminante y que también exige, como se ha mencionado antes, el gasto de considerables cantidades de combustibles fósiles. Las grandes empresas como Microsoft y Google cuentan con servidores de gran tamaño repartidos por todo el mundo y muchas de estas salas frías que los albergan se han situado junto al mar para emplear el agua marina como refrigerante o se han construido bajo el océano. Pero esto también puede tener consecuencias sobre los ecosistemas marinos.
El conocimiento de todos estos sistemas y sus consecuencias a largo plazo marcarán hacia dónde ha de ir la prevención medioambiental recursos. Es necesario trabajar con el alumnado tanto la problemática como el enfoque de las posibles soluciones, actuales y futuras. Por todas estas razones la digitalización requiere un análisis previo de los impactos medioambientales que produce y una planificación sobre la tecnología que se necesita y para qué.
Mejoras
Las TIC son esenciales en todas las áreas de la sociedad, esto incluye el cuidado del medioambiente. Existen numerosos ejemplos de uso de la tecnología aplicada al medioambiente: las lecturas de sondas y monitoreos para prevenir catástrofes, la obtención y gestión de datos que optimicen los consumos, son solo algunos de ellos. No hay que olvidar que el beneficio medioambiental también forma parte de las TIC. Para que la balanza siempre sea en positivo, es necesario tener presentes los perjuicios y tratar de minimizarlos y gestionarlos de un modo eficiente.
Las políticas medioambientales y la importancia que la sociedad da al impacto negativo han hecho que la mayoría de las empresas tecnológicas apuesten por optimizar recursos e invertir en reducir el impacto negativo, aunque todavía queda camino por recorrer, dado que el objetivo de las empresas es económico y la reutilización no es uno de sus fines. De hecho, muchas empresas fabrican sus productos con obsolescencia programada, que implica una determinada vida útil de los equipos y periféricos. A nivel individual, también podemos contribuir a paliar el daño medioambiental y, sobre todo, a mentalizar al alumnado sobre un consumo razonable de dispositivos y recursos. Entre otras acciones, se sugieren las siguientes:
Reducir el número de dispositivos a utilizar.
Potenciar la cultura de la reutilización masiva.
Enseñar a reparar las incidencias menores de algunos dispositivos.
Fomentar el pensamiento crítico para evitar el tecnonarcisismo.
Agrupar recursos, como el empleo de routers comunitarios en vez de individuales en las viviendas.
Intentar paliar la obsolescencia programada alargando todo lo posible la vida útil de los equipos, si bien esto es algo que depende de los fabricantes y de las políticas medioambientales. No obstante, puedes exponer el término a tu alumnado y generar un debate en torno a las implicaciones éticas que tiene este proceder en un mundo con progresiva escasez de recursos materiales y energéticos.
Término acuñado para referirse a la necesidad de adquirir los dispositivos y aplicaciones de última generación con el fin de conformar la imagen social y aumentar la autoestima propia.
3.3. Descarga segura de aplicaciones
Las aplicaciones para dispositivos móviles y los programas para ordenadores pueden no ser seguros, ya que su instalación puede acarrear acciones perjudiciales en estos. Aunque ya se han advertido algunas recomendaciones en secciones anteriores de este módulo, se amplían aquí las principales pautas a tener en cuenta antes de instalarlas:
Descarga las aplicaciones de las tiendas oficiales: Windows, macOS, GNU/Linux, Android e iOS tienen sus propias tiendas de aplicaciones, donde los programas han pasado ciertos filtros de seguridad proporcionados por los responsables del sistema operativo. La posibilidad de descarga de aplicaciones maliciosas se reduce mucho desde ellas. Aunque no todas las aplicaciones están en las tiendas oficiales, son los sitios más recomendables para instalar los programas que quieras. Además, recuerda que en los comentarios puedes ver las opiniones y quejas de usuarios que han instalado la aplicación, lo que puede ser de gran ayuda.
Si la descarga se realiza desde otro sitio web que no sean las tiendas oficiales, ten en cuenta que algunas aplicaciones pueden instalar programas no deseados sin tu permiso, por lo que es conveniente indagar si esa página es segura y recomendable. Busca quién es la empresa o desarrollador e investiga si ha lanzado más aplicaciones o es la única. Si solo ha creado una, no suele ser una fuente fiable.
Revisa los permisos y datos que pide la aplicación. Si solicita más de los necesarios es preferible descartarla y buscar otra, de lo contrario puedes estar dando acceso a información sensible o no deseada.
Es fundamental verificar la veracidad de las aplicaciones a descargar, hay que ver qué sistemas de comprobación se utilizan en los sitios desde los que vas a descargar. Existen páginas especializadas y foros que ofrecen información sobre las páginas de descarga más fiables. Consulta las opiniones y valoraciones de los demás usuarios pero, sobre todo, fíjate en que los buenos comentarios coinciden con un número elevado de descargas. Una aplicación bien valorada pero con pocas descargas puede ser un fraude.
Mantén siempre actualizado el sistema operativo de tu ordenador, móvil o tablet, así como instala las aplicaciones con las últimas versiones. Esto hará que se refuerce la seguridad ya que la efectividad de los virus y malware disminuye con los equipos actualizados. Las actualizaciones suelen contener parches de seguridad que se van creando a medida que los desarrolladores descubren los puntos débiles de su producto.
Aunque puede resultar un detalle menor, fíjate en la ortografía y la sintaxis del texto que acompaña a la aplicación: si contiene faltas o errores gramaticales, desconfía.
Compara distintas aplicaciones que tengan las mismas funcionalidades que buscas y elige la que más se adecúe y sea más solvente. Además, a veces, algunas aplicaciones incluyen logos similares a los de otras de prestigio con el fin de confundir a los usuarios.