Este teorema es, sin duda, el más popular
de toda la matemática. Era conocido en China, Mesopotamia
y Egipto, mucho antes de los tiempos de la Escuela Pitagórica.
De hecho, los egipcios lo utilizaron para obtener ángulos
rectos en la construcción de obras arquitectónicas.
Partiendo de una cuerda dividida en 12 partes iguales mediante
nudos, formaban un triángulo de lados 3, 4 y 5. El ángulo
opuesto al lado mayor resulta entonces recto. |
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La relación entre los
lados de un triángulo
rectángulo
aparece por primera vez impresa en una tablilla, fechada entre
1900 y 1600 a. C. denominada Plimpton 322 (por tener ese número
en la colección del mismo nombre) que se encuentra en
la Columbia University Library. En ella aparecen representadas,
mediante escritura cuneiforme, una lista de ternas pitagóricas.
Estas ternas de números se corresponden
con las longitudes de los lados de triángulos
rectángulos,
como por ejemplo:
(3,4,5), (5,12,13) o (6480, 4961, 8161).
Los babilonios
obtenían
estas ternas mediante un ingenioso procedimiento algebraico.
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