En este apartado, denominado Interacción en línea vas a ver, en primer lugar cómo ha cambiado la manera en la que las personas se relacionan, así como las características actuales de esas relaciones. La comunicación a través de dispositivos digitales requiere de unas habilidades sociales y unas normas de interacción que podrás aprender en el apartado dedicado a la netiqueta. Estos aprendizajes te permitirán mejorar la competencia digital de tu alumnado capacitándoles para relacionarse de manera adecuada.
1.1. Características de la interacción en línea
La manera de relacionarse cambia de manera continua. Si a los ya estudiados elementos en la comunicación (emisor, receptor, código y canal) se suma un nuevo contexto, aparece una nueva realidad que se va conformando día a día.
La llegada de Internet al mundo formativo ha revolucionado la manera de dar clase y las relaciones entre los miembros de la Comunidad Educativa. La identidad de cada individuo se ha desdoblado en el mundo digital y se empieza a tomar consciencia de la importancia de la impronta que se deja en Internet. Si se evalúa el impacto de cada una de las interacciones se ve que conforma un mundo muy diferente al real ya que deja huella en cada uno de los pasos dados. Si la comunicación oral destaca por su rapidez y menor preparación sobre la escrita, en el mundo digital las particularidades de una y otra se diluyen a través de las siguientes características:
La inmediatez vertebra todas las interacciones. El acceso rápido a todo tipo de recursos y comunicaciones ha convertido la comunicación en instantánea y debes plantearte estrategias que te permitan la desconexión.
Las interacciones quedan registradas en Internet. Aunque haya aplicaciones y servicios de mensajería que permitan su borrado, si ya se ha recibido el mensaje puede haber sido registrado.
Relacionado con este último punto, debe reconocerse la autoría de los recursos creados. Es recomendable un trabajo sobre acreditación y respeto a los creadores del contenido utilizado, conociendo las licencias de uso existentes.
Las normas para relacionarnos en Internet han ido construyéndose con su uso. Al igual que en la vida real, dependen del contexto de comunicación y el alumnado debe saber distinguirlas y adecuarse a ellas.
La privacidad de los datos queda en entredicho con el uso de ciertas páginas o aplicaciones. La regulación está en desarrollo y el alumnado puede quedar expuesto si no se tienen en cuenta ciertas precauciones.
No siempre se controla la audiencia a la que van dirigidas las interacciones. Las redes permiten ampliarla, pero esto también puede suponer un peligro en función del contenido difundido. La posible aparición de desconocidos que se pongan en contacto con el alumnado es real y debes protegerlos de ello para que se comuniquen de forma segura.
Todas estas características permiten crear una nueva manera de aprendizaje real pero también conllevan la enseñanza de nuevas formas de actuación en el mundo virtual. Se desarrollarán parte de ellas a través de este módulo formativo y se propondrán diferentes actuaciones en el aula.
1.2. Netiqueta
La netiqueta es la forma de comportarnos en el mundo digital. Igual que sigues unas normas de cortesía y de educación en la vida real, debes aplicarlas también cuando te comunicas en la red. Por ello, la netiqueta atraviesa todas las áreas de la formación en los centros educativos. Engloba el uso de dispositivos, la comunicación y el manejo de diversas aplicaciones y herramientas de trabajo.
Si el objetivo con la netiqueta es una comunicación responsable y basada en el respeto, es necesario hablar de sus características y sus posibles ámbitos de actuación. Este concepto surgió con la expansión de Internet al contexto ciudadano y la existencia de lugares de intercambio de opiniones donde empezaron a surgir desencuentros, y con ellos, faltas de respeto. La publicación de referencia del momento fue Netiquette, escrito por Virginia Shea en 1995 donde comenzó a acuñar las primeras referencias de comportamiento en línea.
Estas líneas de actuación necesitan ser restablecidas y, en el caso de los docentes, precisan adaptarse y aplicarse al contexto socioeducativo:
Las pantallas pueden alejarnos de una visión humana de lo ocurrido. Los principios que guían el comportamiento deben ser los mismos en la realidad que en la red, ya que se sigue interactuando con personas a las que no se debe mentir ni faltar al respeto. No observar en primera persona la reacción de los demás ante el comportamiento dificulta la empatía hacia la audiencia de los mensajes, por lo que se debe siempre ser consciente de los efectos que tienen los actos en la audiencia que los recibe.
Las consecuencias de un mal comportamiento en Internet también existen. Hay actuaciones delictivas que ya están siendo perseguidas y castigadas, al igual que ocurre en la vida real. De igual modo, en la Comunidad Educativa existen protocolos que persiguen el buen uso de las RRSS y que limitan el mal comportamiento con diferentes sanciones.
El contexto es importante y la audiencia a la que te diriges también. Por ello, hay que tener en cuenta las reglas básicas de educación al dirigirte a los demás, así como los horarios en los que lo haces. Estos deben ser conocidos de antemano por parte de todos, y es recomendable proporcionar modelos de buenas prácticas.
La imagen que se da a través de la comunicación conformará tu identidad digital:
Deberás tener en cuenta la estructuración y el diseño cuidado de los textos que envías.
No cometer fallos ortográficos ni gramaticales.
Evitar el uso de mayúsculas de forma predeterminada, ya que dan la idea de que estás gritando a tu audiencia.
Promover intercambios de información desde el conocimiento de la materia. Las opiniones y el conocimiento no son equiparables y debes promover debates serios, con argumentos sólidos y basados en información contrastada.
El respeto a la privacidad es fundamental, tanto el tuyo como el ajeno. Debes solicitar permiso para la utilización de imágenes de terceras personas y tener presente la privacidad en sus servicios de mensajería. El establecimiento de protocolos puede ayudar ante la aparición de posibles conflictos.
Es urgente dotar de estrategias al propio alumnado sobre qué hacer ante faltas de respeto en la redes. Enseñar las opciones de restringir el acceso a dichas personas y proporcionar canales de ayuda como el 017 del INCIBE al que poder acudir en caso de problemas.
Puedes visionar el siguiente vídeo de Internet Segura for Kids junto a tu alumnado: