Saltar la navegación

6. Elementos de la huella digital.

6.1. ¿Qué es la huella digital?

La huella digital son los rastros que una persona deja cuando usa internet, accede a webs para consultar datos, comprar, envía o recibe correos electrónicos o el uso de las redes sociales y la información que allí se comparte. 

 

Muchas veces las personas que no hacen un uso profesional de internet no suelen ser conscientes de la huella digital que están dejando, por ejemplo, la IP desde donde se conecta, qué, cuándo y dónde se compra online, etc.  Y por supuesto cuando se comparten contenidos en redes sociales. Todas estas conductas dejan datos que formarán parte de su huella digital.  

 

Estos datos quedan alojados en la web y pueden en algún momento del futuro comprometer la identidad personal y reputación de una persona. Además, pueden ofrecer datos al mercado de cibercriminales para llevar a cabo actuaciones de ciberbullying, grooming, etc., o para suplantar identidades, realizar phishing, infectar con malware, etc.  

 

En el siguiente vídeo se puede ver cómo se construye la huella digital:

Campus virtual Intec. Huella Digital construir una identidad digital (CC BY)

 

6.2. Cómo acaba la información personal en internet.

La vida social, el modo de comunicarse y de relacionarse, está cambiando rápidamente en la era digital, observándose una tendencia hacia el uso de formas públicas como modalidad por defecto frente a una disminución del empleo de estrategias de comunicación privadas

Por otro lado, el entorno actual de Internet se caracteriza por la generación de una gran cantidad de información y datos por parte de los usuarios.  

Las características de Internet implican que la actividad en línea de los usuarios deja una huella mucho mayor que en el plano físico

Por lo que para poder hacer una gestión apropiada de la privacidad hay que ser conscientes de que no toda la información que uno encuentra sobre sí mismo en Internet la ha publicado de forma consciente.

Esta información también puede tener otras procedencias. Por ejemplo a través de:

Información aportada voluntariamente por la persona implicada: 

  • Información que se deja al realizar el registro en un servicio en línea: redes sociales, portales de vídeos, clientes de correo web, portales de compra, etc. 
  • Información proporcionada por publicaciones en plataformas para la sociabilización: imágenes personales en una fotografías o vídeos, tweets o comentarios en redes sociales, etc. 
  • Datos y archivos alojados en la nube como fotos, vídeos, documentos, etc. 

Información aportada por terceros sobre: 

  • Publicaciones de terceras personas que incorporan datos personales nuestros, en ocasiones sin el consentimiento previo.
  • Referencias en medios de comunicación digitales, o en boletines y diarios digitales de las distintas Administraciones Públicas. 

 



Información generada automáticamente durante la navegación: 

  • Información generada de forma automática al interactuar con los servicios y aplicaciones de Internet: la dirección IP y el lugar de conexión del dispositivo utilizado (fijo o móvil), las búsquedas realizadas, las páginas visitadas donde se hace clic, etc.  


 En los siguientes vídeos se puede ver cómo afectan los datos que se suben a RRSS en la huella digital personal:

¿Por qué me vigilan si no soy nadie?
TedEX Madrid. ¿Por qué me vigilan si no soy nadie? (Dominio público)

Tu vida en las Redes Sociales tiene público
Orange España. Huella digital y RRSS (Dominio público)

6.3. Gestión de la privacidad.

Llamamos privacidad a esos aspectos personales, sean datos personales o no, que se desean proteger en mayor o menor medida frente a la exposición pública

En el entorno digital e Internet, es la capacidad que tiene un usuario de controlar su información personal cuando interactúa en la red. 

 

En este sentido conviene destacar que la privacidad no se trata de un concepto cerrado e inamovible, pues está sujeto a la interpretación de cada persona. El mayor o menor valor de la privacidad para cada uno depende de su situación personal, sus experiencias vitales y del propio valor de la privacidad en su entorno más cercano. 

 

Por lo tanto, si hablamos de niños y jóvenes o del alumnado en general, el ejemplo ofrecido por la familia y el resto de sus adultos de referencia, como son sus educadores, es de suma importancia como modelo a seguir.  

Si las personas adultas de su entorno hablan de cuestiones privadas con cualquiera, comparten sus fotos familiares sin control, no se preocupan de proteger sus teléfonos móviles, o agregan a cualquiera como «amigo», es más difícil que cale en los más jóvenes la necesidad de controlar su privacidad. 

 

Pero, por otra parte, resulta fundamental el papel del grupo de amistades. No hay que olvidar la especial importancia en la adolescencia de la aceptación social y el posicionamiento dentro de un grupo. Habrá que ser conscientes de este hecho y, como docentes, asesorar adecuadamente al alumando sobre estos aspectos.

 

En este caso muchas veces, adolescentes, pero también adultos, buscan conscientemente la exposición pública como un medio para   ganar reconocimiento y medir la popularidad según las respuestas que reciben. 
  

  
  

 

 

 

6.4. Actuaciones para proteger la huella digital.

Al hablar de las actuaciones para proteger la huella digital, se debe pensar en la primera de todas y más importante: pensar antes de: publicar, enviar y aceptar.  

Siguiendo esta máxima, se deben también seguir unas premisas para minimizar el impacto de la huella digital personal.

Entre ellas conviene: 

  • Mantener un equilibrio entre exposición y riesgos: siendo conscientes de la importancia de una búsqueda de equilibrio entre las virtudes de mostrarse públicamente y los riesgos que puede conllevar para la construcción de su identidad y su reputación. Al ser conscientes se está creando una identidad digital que acompañará a la persona para el resto de la vida. 
  • Minimizar la difusión de datos personales: Observando la relación entre la sobreexposición de información personal (teléfono, correo, horarios, lugar de residencia, geoposicionamiento, etc.) y los riesgos asociados (recibir correos maliciosos, contactos inapropiados, intentos de hostigamiento). 
  • No perder el control de lo que sube a Internet:  Sensibilizándose de la importancia de pensar antes de publicar. En Internet no es posible controlar quién acabará viendo los mensajes que publiquen ni eliminar los contenidos una vez publicados, lo que puede tener serias consecuencias para la reputación y por extensión para el futuro personal y profesional. 

 Evitar el sexting ya que siempre implica riesgos. Entender los riesgos de enviar contenido de carácter sexual en las relaciones de pareja. Independientemente de que se sea adulto y mayor de edad. No es difícil que acaban haciéndose públicos (robo o pérdida del móvil, venganza por despecho) y afecten a la reputación y a autoestima de los implicados.

De igual modo, se debe entender la problemática de difundir contenidos sensibles de terceros sin su consentimiento, y sus posibles implicaciones legales. 

En este otro vídeo podrás conocer algunos de los peligros que conlleva el sexting:

¿Qué es la sextorsión?
INCIBE. Sextorsión (CC BY-NC-SA)

  • Supervisar la imagen en la red: Conociendo cómo se representa la persona a sí misma en las redes sociales y cómo actúan. Consultando su perfil público en redes sociales. También se puede preguntar indirectamente qué piensa de la manera en que otras personas se retratan, utiliza noticias reales para preguntarle y escuchar sus opiniones. 

  • Controlar la lista de contactos: Gestionando las listas de contactos y amistades de forma adecuada: a través de Internet no se sabe con seguridad quién está al otro lado de la pantalla, solo se debe agregar a personas de confianza para evitar que personas malintencionadas puedan acceder a información personal. 

 

En el siguiente vídeo se puede ver cómo proteger la privacidad y datos personales en el navegador de Google:

Cómo proteger tus datos en internet
CNET en España. Datos en internet y huella digital (Dominio público)