b) El libro digital u objeto de lectura

Uno de los determinantes  del cambio del concepto de lectura es el proceso de digitalización de textos, imágenes, vídeos, gráficos, sonidos y su integración de forma interrelacionada en documentos que podríamos llamar "objetos de lectura", aunque en el lenguaje cotidiano se habla de forma confusa de "libro digital", de "libro interactivo" o de "libro transmedia". Estos términos se utilizan como  una metáfora, como una analogía del libro impreso. Con "libro digital" intentamos entender o  explicar un concepto borroso basándonos en algo que conocemos.

El libro digital, entendido como contenido y no como soporte, presenta ante el lector diversas formas de interacción. Cada una de ellas  implica una actividad y un proceso de comprensión diferente. Podemos encontrarnos cuatro tipos o niveles de objetos de lectura digital por la forma de interacción:

Nivel 1. Aquellos libros que son una mera digitalización de los libros impresos, con estructura de la información secuencial y que permite al lector una navegación básica de carácter lineal, aunque puedan incluir hipervínculos o  elementos multimedia de apoyo a la lectura.
Dentro de esta categoría  se encontrarían la mayoría de los libros digitales que se distribuyen en formato pdf o epub, aunque las editoriales están distribuyendo publicaciones enriquecidas en las que añaden algún grado de interactividad.

Nivel 2. Aquellos libros que incluyen elementos multimedia interactivos y que permiten la relación del lector con ellos, originando procesos de navegación más complejos, de los que surge la  comprensión de la lectura.
En este caso se encuentran las aplicaciones diseñadas que utilizan las potencialidades de los distintos dispositivos para  poder  interactuar.  Son libros interactivos que tienen  estructuras organizativas de navegación complejas (radiales, jerárquicas, reticulares,…).

Nivel 3. Son libros que modifican la información  en función de la actividad del lector y de las respuestas dadas a las propuestas de interacción. También pueden  integrar opciones creativas del lector.
Estos libros digitales utilizan las posibilidades  lógicas de la programación y de la inteligencia artificial. Un ejemplo son los objetos de lectura que se modifican en función de la localización geográfica.

Nivel 4>. Aquellos libros que incluyen, además de las anteriores características, la interacción social con otros lectores e incluso con los autores.
Una variedad de esta tipología es lo que se denominan actualmente libro transmedia (termino ligado a crossmedia). Se conforma con la integración de diferentes canales comunicativos (textos digitales, vídeo, juegos interactivos, blog del autor y del personaje,…) para dar sentido y continuidad a la obra, en la que el lector participa incluso modificando la narración.

Esta diversidad determina formas diferentes de intervenir didácticamente. Se requieren unos entornos organizados para cada tipología de libros.

En este caso es importante planificar y estructurar tecnológicamente el centro en la línea señalada anteriormente en el apartado "Organización didáctica y curricular", con el fin de fin de proporcionar los medios para el acceso de una forma coordinada y sistemática a los objetos de lectura.

Los profesores generarán situaciones didácticas para que el  alumno acceda a los libros digitales de forma  individual  y/o colectiva, dando posibilidad a situaciones en las que los alumnos puedan leer al mismo tiempo y de forma simultánea o en momentos diferentes. 

A modo de ejemplo, los centros pueden utilizar el aula virtual para proporcionar el acceso a libros digitales a los que los alumnos llegan desde  su domicilio en cualquier momento o desde el aula, pero de una forma organizada y con una finalidad didáctica.

Evidentemente es necesario analizar  la tipología de libro digital y el tipo de interacción que se requiere para seleccionar el más adecuado para  los alumnos en función de sus habilidades,  de sus destrezas y  de su madurez.