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10. Realidad virtual.

VR

Para empezar, definamos qué es la Realidad Virtual inmersiva: 
Podríamos decir que la Realidad Virtual es aquella tecnología que posibilita al usuario, mediante el uso de visores VR y otros gadgets, sumergirse en escenarios tridimensionales,  en primera persona y en 360º, con la sensación de sentirse inmerso dentro de ellos e, incluso, poder interactuar con los elementos que los componen. 

Tal vez tengas la sensación de que la VR es una tecnología innovadora, reciente y súper novedosa… pero lo cierto es que se lleva muchos años investigando en torno a ésta. Fue en  1840  cuando se inventó el estereoscopio, un dispositivo que, hoy en día, podríamos decir que es una de las bases de los actuales visores VR. 

Una imagen estereoscópica consta de dos imágenes exactamente iguales, diferenciadas en que una de ellas posee el punto de toma ligeramente desplazado. Cada uno de nuestros ojos capta cada una de las dos imágenes por separado. Nuestro cerebro las interpreta como una única imagen y esto (junto con un visor, gafas, casco o HMD, que cuente con unas lentes integradas para ampliar nuestro ángulo de visión) es lo que produce la sensación o efecto de tridimensionalidad. 
Antiguamente, la visión estereoscópica se aplicaba en fotografía fija, pero, en la actualidad, podemos visualizar escenarios 360º, de forma tridimensional y con una sensación de inmersión en tiempo real. Esto es posible gracias, entre otros factores, a la aplicación de dicha visión estereoscópica, y a los sensores de posición y/o movimiento que ofrecen los diferentes sistemas de VR (como, por ejemplo, el giroscopio o el acelerómetro, en el caso de los smartphones de última generación). 

Así pues, con un visor VR, en función del movimiento que realicemos con nuestra cabeza (derecha, izquierda, arriba, abajo, detrás…), el dispositivo reaccionará mostrándonos esa parte del entorno inmersivo en cuestión, generándonos de esta manera la sensación de que estamos observando libremente todo el entorno y como si realmente estuviésemos inmersos en él. 

Es importante diferenciar entre realidad virtual (VR), realidad aumentada (AR) y realidad mixta (MR), ya que son conceptos que a veces pueden comportar confusión. No hay que olvidar que se trata de tecnologías que se encuentran en plena evolución y, aún a día de hoy, sus definiciones generan cierto debate, dados sus nexos en común. 

- La Realidad Virtual inmersiva (o VR) nos permite, mediante un visor, sumergirnos en otro espacio diferente del que estamos e interactuar con los elementos virtuales que lo componen. Dejamos de ver el lugar en el que nos encontramos ubicados, para visualizar e interactuar con “otra realidad”. 

- La Realidad Aumentada (o AR), “enriquece” la realidad “real” en la que nos encontramos, permitiéndonos visualizar en esta información complementaria (ya sean elementos 3D, sonidos, imágenes, vídeos) posicionadas mediante determinadas “marcas físicas”, escaneo del espacio o datos GPS. 

- La Realidad Mixta (o MR) combina las “diferentes realidades”, creando nuevos escenarios en los que los objetos reales y los virtuales confluyen en un mismo plano, e interactúan entre sí a tiempo real. 

Por otro lado, y de un tiempo a esta parte, el término utilizado para abarcar estos tres tipos de "realidades" es el de Realidad Expandida (o XR). 

EdLAB INTEF. Posibles usos de la VR en educación (CC BY-SA)