La fluidez lectora, la buena entonación y la adecuada secuenciación de la lectura en alta voz son predictores positivos de una buena fluidez y adecuado dominio de la lectura comprensiva en etapas posteriores.

El proceso por el que se consolida la capacidad lectora tanto en el aspecto de fluidez como en el comprensivo, así como en la intensidad de su hábito, implica múltiples funciones mentales (percepción, atención, inteligencia, memoria, estrategias metacognitivas,...).

Resultaría conveniente reseñarlas, a la hora de reflexionar sobre nuevas estrategias para mejorar los perfiles lectores de nuestro alumnado:

2.1.- Percepción y atención

La manera en que nuestro cerebro organiza la información que proviene de nuestros sentidos otorga un significado a las sensaciones captadas por estos. A grandes rasgos, esta sería la definición de percepción.

En el proceso lector intervienen tres componentes: el sensorial, el afectivo y el simbólico.

  • El proceso sensorial: nada llega a nuestro conocimiento si antes no pasa por nuestros sentidos y le prestamos atención. En el acto de la lectura intervienen fundamentalmente la percepción visual y la percepción auditiva. A través de la percepción reconocemos los grafemas (vía visual) y los sonidos (vía auditiva), hasta llegar a la construcción de la palabra para obtener un significado completo. Cuando existen dificultades en la percepción nos encontramos fácilmente con dificultades en la lecto-escritura. Si el alumno dedica mucho tiempo a la identificación de los patrones gráficos, le quita tiempo a  comprender lo que está leyendo.

  • El proceso simbólico: En el proceso lector debemos interpretar unos símbolos y organizarlos de forma correcta para que tengan significado. En el proceso de la lectura nuestro cerebro organiza la información que proviene de nuestro sentido visual. Ve más que una colección de pequeñas marcas negras sobre una página blanca. Ve letras que constituyen palabras. Como hemos aprendido a leer, nuestro cerebro interpreta estas diminutas marcas como símbolos que significan algo. 

  • El proceso afectivo: En el proceso de percepción está implicada toda la persona. Si nos gusta leer, lo percibiremos de una forma agradable; si no nos gusta, nos resultará incómodo cuando nos lo mandan hacer.

La atención es la capacidad de dirigir la conciencia hacia un estímulo determinado. Existe un papel afectivo importante en el proceso de atención. Si lo que hacemos nos motiva, nos gusta, prestamos mayor atención. Si lo que leemos nos atrae, lo realizaremos con agrado y lo comprenderemos mejor. A veces, los errores cometidos en la lectura son por no prestar la atención debida y, en otras ocasiones, leemos sin enterarnos de nada por presentar uno de los problemas de la atención que denominamos labilidad atentiva o incapacidad para mantener la atención sobre la lectura durante mucho tiempo. La motivación con que leemos es muchas veces responsable de la comprensión.

Tal vez, si reflexionáramos sobre todos estos procesos psíquicos neuronales que se ponen en funcionamiento en la ejecución lectora de nuestros alumnos, podríamos comprender mejor algunos de los errores que cometen.