Los alumnos con problemas en la lectura no encuentran dificultades en todos los aspectos que se han señalado en el anexo anterior; sin embargo, sí es importante conocer las dificultades con las que se encuentran y en qué procesos, para poder intervenir y facilitar el aprendizaje correcto de los mismos.

Las dificultades que nos podemos encontrar son:

  • Alumnos que no son capaces de aprender a leer (este problema en la E.S.O. no se suele encontrar, excepto en algunos alumnos con necesidades educativas especiales).


  • Alumnos que hacen una lectura muy apegada al texto.

    Son alumnos que se centran tanto en los procesos de descodificación, que descuidan el uso de la información de mayor nivel; el resultado es una lectura que tiene muchas dificultades para construir un significado.

    La causa de esta dificultad está en el uso deficiente de los procesos descendentes, de lo más simple a lo más complejo. Puede ser debido a un pobre vocabulario, en cuyo caso emplearían mucho tiempo en descodificar y leer por vía indirecta; su lectura sería lenta y muy ceñida a los elementos textuales, sin seguir uniéndolos en proposiciones, macroestructura, etc... El resultado es una lectura sin comprensión, sin ideas generales, sólo recuerdos parciales.

    Además, estos alumnos suelen identificar la comprensión con el recuerdo, no usan adecuadamente sus conocimientos durante la lectura, por la errónea concepción de que la lectura es algo basado únicamente en el texto; por tanto se limitan a tratar de recordar lo que leen, pues creen que eso es comprender.
    Es importante aquí hacer nuestra reflexión sobre cómo o en qué medida el sistema educativo ha propiciado esto, aunque sea de manera indirecta y no consciente.


  • Alumnos que no son capaces de aprender de la lectura; aprenden a leer, pero no aprenden leyendo.

    Es decir, no comprenden bien, los alumnos no son capaces de distinguir las ideas importantes de las que no lo son, y lo que suelen hacer es detectar el tema general del texto y agregarle una colección de detalles sin una articulación interna (tema más detalle). Además, pueden comprender lo literal que viene en el texto, pero no suelen ser capaces de hacer inferencias sobre él.

    Estos alumnos, que tienen habilidades básicas de lectura, fracasan al aplicarlas ante ciertas situaciones. La mayor parte de los textos escolares necesitan un “esfuerzo tras el significado”, que conlleva un cierto grado de autoconciencia sobre el propio proceso de lectura y comprensión (ejemplos: alguna cuestión no se ha comprendido y se señala para volver sobre ella, o se deja para clarificar después,...algo debe ser releído...hay que buscar algo en común entre los elementos...,). Es como si el alumno no tuviera unas habilidades metacognitivas o procedimentales sobre cómo ser un lector activo.